lunes, 27 de noviembre de 2017

El Trap La Música Que Odian Los Padres

El 'trap', la música que odian los padres 


Trap en inglés es "trampa", pero también, en Estados Unidos, es una forma metafórica de hablar del lugar donde se realizan los trapicheos de droga y, por extensión, esa forma de vida de una parte de la comunidad afroamericana que quedó retratada en la serie The Wire. Y aún más: el trap es el rap surgido en esas esquinas y callejones, donde el camello es a la vez el rapero que cuenta las historias de alijos, tiroteos, sobredosis y otras historias por el estilo. Desde su origen en Atlanta y otras ciudades de Estados Unidos, el trap, igual que sucediese con el Gangsta rap o el Miami bass, ha terminado colándose en las producciones de los superventas de la música estadounidense, como BeyoncéLady Gaga o Katy Perry. Pero el trap es también, aquí en España, la última manifestación del poder escandalizador y destructivo de la música.
"Tu coño es mi droga. / Me chupa la polla hasta que se ahoga. / Le unto el toto en momo y se lo chupo. / Soy un cliente fijo, siempre me da mucho", cantan los Pxxr Gvng en Tu coño es mi droga. "Si lleva porra y placa es un maricón. / Que se muera el poli bueno y el vacilón", dice Pimp Flaco en Voy flexy boys.
Si en el hip hop español clásico, por llamarlo de alguna forma -aquel que engloba la década de los 90 y los primeros 10 años de este siglo, con nombres como Club de los Poetas Violentos, Violadores del Verso, SFDK o Nach-, las letras penalizaban el consumo de drogas duras-frente a la exaltación del alcohol y, sobre todo, del cannabis- como forma de alienación y el desafío a la autoridad era una continuación de la crítica social, ahora la cosa tiene tintes nihilistas. Es el canto de una generación, la que va de los 15 a los 25 años, que sabe que lo tiene realmente crudo y para la que no valen los mensajes de cambio político o regeneración moral.
Por todas partes aparecen chavales tatuados que rapean sobre bases electrónicas oscuras y sincopadas. No venden CDs ni llenan escenarios del Viña Rock (de momento), pero acumulan millones de visualizaciones de Youtube y tienen un impacto en Instagram y el resto de las redes sociales que ya quisieran muchos gurús de la contemporaneidad. Incluso han conseguido atraer para sí a Eduardo García, Josemi en Aquí no hay quien viva, que ha pasado de ser un orondo niño actor a hacerse grabar videoclips fumadísimo con el sobrenombre de MC Dudu. Sus letras, como las de Fat Montana, Cecilio G, Kefta Boyz y otros nombres de la escena, hablan de colocarse con porros, pero también con MDMA (Molly, según el argot importado de la escena anglosajona) y cocaína. También de sexo. Y de la policía como el enemigo que corta el rollo. Es decir, las cosas que le pueden ocupar a uno cuando no hay nada que hacer. "

4 comentarios:

  1. porque no es una forma normal de pensar o de comportarse sino que es algo radical y extremo

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  2. ¿No te parece que las letras de las canciones de Trap pueden ser un poco radicales?

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  3. Si, a veces sonalgo machistas pero es su forma de pensar y debe ser respetada

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